Bienestar

Brandon Flowers regresó

brandon-flowers-regresoCuando alguna canción te recuerda algo que no quieres recordar y es de un cantante que te da igual, puedes decidir no escucharla y no tendrá gran consecuencia en tu vida, pero si es la voz del vocalista de tu banda favorita lo que no puedes soportar, sí estas -básicamente- en problemas.

La música es importante en la vida de cada uno de nosotros. De inicio la música que escuchamos no es de nuestra elección sino de la de los padres, hermanos más grandes o tíos. Crecí escuchando a Mijares, Joaquín Sabina, Tracy Chapman, Def Leppard, Lupita D’alessio, Laureano Brisuela, The Beatles, Emmanuel, Creedence, Chicago, BG’s, The Eagles, entre otros. Ninguno fue mi elección pero con el paso de los años he decidido escucharlos, me regresan a momentos hermosos de mi niñez.

Después escogí lo comercial, y aunque ya no frecuento mucho esos acordes, cuando por casualidad llegan a mis oídos me transportan a momentos preciosos de cuando era pequeña, todo era sencillo, carecía de malicia, pero también carecía de experiencias, benditas sean.

Los Héroes del Silencio me recuerdan la secundaria, La Lupita me recuerda mis primeros conciertos, Los Red Hot Chilli Peppers me recuerdan a las pintas en la preparatoria y los inicios de Shakira fueron los inicios de mis decisiones adultas y mis desventuras. Alejandra Guzmán pintó el color de mis primeros reventones. ¡Cómo olvidar a Fobia! los seguí por años enteros, Molotov en las borracheras, Panteón Rococó… que tampoco fue mi elección musical pero lo cierto es que sí elegí la compañía para escucharlo… Esto de las elecciones, todo un tema.

Alejandro Sanz me lleva al sabor de la lejanía y la experiencia de lo prohibido, sigo escuchándolo y lo seguiré haciendo hasta que deje de escuchar o de respirar. Sin embargo, ningún grupo musical había logrado ponerme en el justo medio del momento presente y el estado de ánimo deseado, hasta que conocí a “The Killers”, mi banda musical favorita. Recuerdo haber ido a comprar su primer disco cuando aún estaba en la universidad y cantarlo sin cesar una y otra vez en compañía de Mercedes.

No había dolor que Brandon Flowers, vocalista de la banda, no quitara de mi ser. Esa voz especial se acoplaba a mi “mood”; triste, feliz, nerviosa, melancólica, incluso enferma, ponía la canción precisa y ese estado de ánimo mágicamente era cambiado o mejorado. Los Killers siempre camaleónicos a mis emociones, a mis sentimientos, autores del soundtrack de mi vida. La voz de Brandon Flowers, posee la magia del bienestar, de mi bienestar ¡Qué gran banda! … Para mí, claro.

Un mal día, decidieron separarse para sepa Dios qué hacer y fue entonces cuando Flowers sacó su disco como solista. Mercedes y yo estábamos vueltas locas, por supuesto, el día que salió a la venta lo tenía ya sonando en el auto y desde aquel día no lo había soltado; estaba en mis oídos, estaba en mi cabeza, revoloteando con esas letras de aparente sin sentido que me encantan.

Pésimo día aquel en el que apagué ese sonido, compañero en las buenas y en las malas,  fueron largos meses de silencio. La resonancia de Los Asesinos ya no me tranquilizaba, al contrario, me llenaba de recuerdos amargos: aquella tarde, el olor del piso, el sabor de la inseguridad, el tacto del dolor, Cuernavaca, las lunas de octubre, el desasosiego, la incertidumbre, ambivalencia pura ¿Cómo era posible que lo que me daba tanta paz ahora me llenara de tanta tristeza?

Mi estado de ánimo era un circo. No podía matizarlo con el remedio de siempre, no podía sacar los acordes de Los Killers de mi cabeza, ni de mi corazón, ni a los recuerdos tampoco. Esos recuerdos que me hacían huecos en el alma ¡Qué maldición! Las melodías de “Flamigo”, metían el dedo en la llaga y dolía… dolía mucho.

Mi mágico remedio estaba refundido en lo más hondo de mi pensamiento, los discos estaban escondidos y mis ganas de escucharlos eran mortales, así que trabajé para desaparecerlas, lucha aún constante, presente...

Varios meses después, mientras trabajaba, decidí que la lista de “canciones aleatorias” era la mejor opción del día; sin darme cuenta, The Killers se apareció con la maravillosa rola “All these things that I´ve done”, canté y bailoteé en mi lugar de trabajo. Los recibí con los oídos abiertos y me quedé toda la canción. ¡Cómo los extrañé!, Brandon Flowers había regresado y con él, el bienestar de mi ser.

Y no es que haya olvidado los malos recuerdos, pero decidí desasociar la voz de Brandon de todo aquello que me hizo daño y he vuelto a relacionarla con el justo estado de ánimo del momento. Triste, feliz o como sea que esté, mis Killers me acompañan. No volveré a dejarlos jamás. He permitido que las tonadas de “Only the young”, “Jacksonville” y “Swallow it”, me arrastren a aquellos instantes en los que si bien probé el limón, también conocí el azúcar y con esta última he decidido quedarme.

Flowers regresó a mis oídos y a mi alma y mi alma regresó a mí y yo regresé a mi cuerpo. Lo mejor de todo es que he vuelto mejorada y recargada…  Como siempre, gracias a The Killers por permanecer y ser tan flexibles ante las etapas de mi vida.

La música es preciosa, la que sea que escojas, intenta no asociarla con algo desagradable, pues siempre te transporta y por salud mental y conservación de la cordura, será mejor que te transporte a un lugar al que quieras regresar.

Escrito por: Evangelina Jiménez Olvera.

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