Bienestar

La magia del rito



No importa si celebras la Navidad cristiana, la celebración pagana de Ostara, o simplemente lo consideran un buen día fuera de lo común. En cualquier caso, te ves inmersa en algún tipo de ritual.


La gente los ha utilizado desde los inicios de la humanidad, porque nos dan algo a que aferrarnos o que esperar. También servían para explicar el clima y el cambio de estaciones antes del desarrollo de la ciencia; suplía la necesidad humana de entender lo que sucedía a su alrededor.


Incluso las cosas más inocentes pueden ser algún tipo de ritual o una herencia. ¿Por qué doblas tu ropa de maneras distintas a como lo hacen tus amigos? Lo más probable es que sea la forma en que te enseñaron a hacerlo en casa.


Esto no tiene nada que ver con la magia, pero aún así es una manera de lidiar con las cosas y prueba de que la gente necesita estructura en sus vidas.


Ahora el pensamiento mágico es algo que todos tenemos también. No es algo de fantasía como en las películas, sino un hecho probado. La verdadera magia está en fijar tu mente en algo. Por supuesto, puedes tener rituales para ayudarte con esto, pero ¿en qué radica el que las cosas salgan como las deseamos?


En la ciencia hay algo llamado profecía que se auto cumple. Los sociólogos ya la han estudiado y llegaron la conclusión de que el resultado de una situación puede depender de tu acercamiento a ella. Si estás segura de que vas a fracasar en algo,  lo más probable es que así sea. Si no te agrada una persona a primera vista, lo más probable es que no te sea fácil cambiar esa concepción después, y esta persona a su vez se dará cuenta, disminuyendo las posibilidades de que trate de ser agradable contigo.


La magia puede ser una forma de placebo, pero cuando estás dispuesta a creer en él, sin grandes expectativas, podría hacerse realidad. Pero hay que tener en cuenta que debes tener cuidado con lo que deseas, ya que corres el riesgo de conseguirlo.


La realidad es que no pasará nada, a menos que realmente creas que así será. La magia está a nuestro alrededor y dentro de nosotras, pero tenemos una idea equivocada de ella, y por eso nos cuesta tanto encontrarla.


¿En dónde está la tuya?


Escrito por: Martine Pauwels

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