Los bebés que nacen naturalmente son más saludables. Cuando una madre se somete a la anestesia y otros medicamentos antes de la cirugía, estos se filtran a través de la placenta y pueden llegar a afectar al bebé. Los bebés que nacen naturalmente, por lo general han alcanzado su edad de madurez y llegan al mundo fisiológicamente preparados para él.
También, es sabido que los bebés que nacen por vía vaginal muestran una mayor resistencia y capacidad pulmonar. El trabajo de todo el proceso de parto es un proceso gradual que prepara al bebé para ver el mundo exterior. Los estudios han demostrado que los bebés nacidos por vía vaginal han mostrado baja tendencia a enfermedades respiratorias.
Por otro lado los bebés nacidos por parto natural experimentan una gradual separación de sus madres. Esto tiene consecuencias emocionales y psicológicas tanto para la madre y el niño. El vínculo se renueva más rápido también porque las madres que dan a luz por vía vaginal también son capaces de amamantar más pronto.
¿Cómo me preparo para el parto?
Elige personal certificado con quien te sientas cómoda. Debe ser alguien que pueda comprometerse durante nueve meses completos y a quien le tengas confianza. Te podemos recomendar acudir con entrenadoras en psicoprofilaxis perinatal para que te asesoren y hagan más fácil esta etapa de incertidumbre. Infórmate y no tengas miedo de hacer preguntas.
Crea un plan de parto. Estar preparada mejora la experiencia. No tengas miedo de describir a quienes te atienden cómo quieres que sea el proceso de nacimiento. Además, recuerda que debes tener un plan B, por si acaso. ¿Dónde vas a dar a luz? ¿Quieres un parto en el agua? ¿Te gustaría un parto sin dolor? ¿Estás a favor de la episiotomía?
Cuida de tu cuerpo y tu bebé. Por último, pero más importante, debes ser disciplinada en tu dieta, higiene, ejercicio y descanso. Recuerda que algunas de las razones por las que se necesita una cesárea se pueden evitar - como la obesidad, una infección, la no maduración del cuello uterino, entre otros.
Insistir en una dieta balanceada y cuidar de tu peso durante el embarazo. Aumenta tu ingesta de alimentos ricos en fibra, hierro, ácido fólico, vitaminas y toma muchos jugos naturales y agua. Evita el café y los refrescos. Hacer ejercicio también es importante, pues ayuda a oxigenar tu cuerpo, lo cual es benéfico para el desarrollo de tu bebé.
Escrito por: Vezen 582
