Cuando una mujer está embarazada, es usual que padezca bochornos y momentos en que el calor le parece insoportable, aunque el clima esté fresco. En primavera y verano, con el aumento de temperatura, esta molestia se agrava, y puede ser peligroso para la salud si no se tiene cuidado. Aquí unos consejos.
1.- Usa ropa holgada. Es importante dejar circular el aire para no acalorarte demasiado. Evita los jeans o ropa interior muy ajustada. Tu respiración debe ser óptima para que no te sofoques y oxigenes muy bien tu cuerpo. Recuerda que respiras por dos, así que debes hacerlo doblemente bien.
2.- Evita las telas sintéticas. Este material no deja que tu piel respire, y acumulan mucho el calor. Opta por prendas de algodón.
3.- Ponte zapatos adecuados. Para las embarazadas, no son nada recomendables los tacones. Además, como tiendes a retener más líquidos, los pies se pueden hinchar, por lo que debes buscar calzado hecho con material flexible. Si además optas por un modelo de zapato que permita a tu pie ventilarse, podrás refrescarte con facilidad.
4.- Ventila tu espacio. Si tu casa o recámara encierran el calor, es importante que ventiles. Abre las ventanas o instala un aire acondicionado. Sólo recuerda evitar los cambios bruscos de temperatura, porque aún con el calor puedes resfriarte.
5.- Lleva una dieta adecuada. Es importante que te nutras muy bien para que tu bebé se desarrolle mejor. Mantente hidratada, come muchas frutas y verduras para refrescarte.
6.- Evita el Sol. Procura no salir a la hora en que pega más fuerte el Sol para no acalorarte. Si no puedes evitarlo, busca lugares con sombra o lleva una sombrilla. Y lo más importante, no olvides la botella de agua.
Escrito por: Nahiely Aquino
