Pareja

¿Dónde estás? ¿Con quién hablabas?

violencia-verbalEscrito por: Evangelina Jiménez

¿Dónde estás? ¿Con quién hablabas?  No te creo, me estás mintiendo.  No me gusta que te lleves con esa niña, es como medio de cascos ligeros ¿no? Que tal que le aprendes algo, ya no quiero que le hables. Tú tienes la culpa de que no confíe en ti...

violencia-verbalEscrito por: Evangelina Jiménez

¿Dónde estás? ¿Con quién hablabas?  No te creo, me estás mintiendo.  No me gusta que te lleves con esa niña, es como medio de cascos ligeros ¿no? Que tal que le aprendes algo, ya no quiero que le hables. Tú tienes la culpa de que no confíe en ti. No me gusta que siempre esté ocupado tu teléfono. No es normal que hables con tus papás todos los días. ¿No se te hace como que esa blusa está muy escotada? No me gusta que uses la falda tan corta ¿porqué te pintas tanto si hoy no nos vamos a ver? No quiero que bebas alcohol a menos que estés conmigo. No creo que sea correcto que tú salgas sola o solo con puros hombres o mujeres.

Si escucharon éstas palabras espero hayan corrido lo más lejos posible.

Conozco muchas historias construidas con palabras así, seguramente ustedes también, lo peor de todo es que en algunas situaciones las mujeres víctimas de ésta clase de violencia verbal justifican tales actos y es entonces cuando comienzan los problemas graves, porque reconozcámoslo, gente insegura y desconfiada que de repente o casi siempre ve cosas que no existen, siempre hay, el problema es darles el valor que no tienen y permitirles que comprometan nuestra dignidad y esencia.

Mujeres y hombres, adolescentes, jóvenes, casados, arrejuntados, solteros, abran bien los ojos, no es normal una relación en la que sentimos que debemos justificar cada movimiento. Las personas que nos cuestionan todo el tiempo y que nos piden que demostremos que decimos la verdad no confían en nosotros, si no confían en nosotros no nos quieren y una relación de cualquier naturaleza sin confianza está destinada al fracaso.

La verdad es dura pero dará mejores resultados que vivir en una mentira, porque las personas que no  permiten que explayemos nuestra esencia, que dudan de nuestras palabras, de nuestros actos, no deben ser bienvenidas en nuestra vida porque no nos aportan nada positivo, más bien nos despojan de la paz y la tranquilidad por la que luchamos todos los seres humanos cada segundo del día.

¿Te da miedo decirle a tu pareja o a una amiga que el viernes tienes ganas de irte con tus papás a comer? Mucho cuidado si la respuesta fue positiva, el primer síntoma de las víctimas de violencia es el miedo y si hablar con tu pareja o tu amiga te provoca miedo en vez de bienestar, algo en tu relación no está bien.

Tengan mucho cuidado, ésta violencia es silenciosa y deja huellas más profundas que un golpe, presten atención a los síntomas de su pareja. Los celos infundados, la necesidad de controlarte pidiéndote explicaciones del lugar donde te encuentras o las personas que frecuentas, las prohibiciones en tus hábitos y las constantes amenazas son claras alarmas rojas que vale la pena notar lo antes posible y apagar de inmediato antes de que su alma no encuentre el camino de regreso.

Cuando estamos inmersos en una relación, esa persona que quiere estar a nuestro lado, si realmente nos quiere y nos valora, será una persona que confíe en nosotros porque principalmente confía en ella misma y nos dará la libertad plena para que nosotros sepamos administrarla sin ningún problema. En ese momento las voluntades de ambas personas se juntan con el verdadero significado de la palabra equipo y bajo la línea del respeto, la confianza, la seguridad en ellos mismos y la madurez forjan un presente juntos.

Por favor, que no les de pena reconocerlo o contárselo a alguien. Hay veces que es necesario sacar los pensamientos ya sea con palabras en gritos, solicitando consejos o simplemente pedir ser escuchado.

No olviden mantenerse alerta, en el momento en el que su instinto, su ser, les comience a cuestionar si determinado acto o situación está bien y dicho cuestionamiento provenga de un sentimiento que debate su esencia, su dignidad, será hora en la que hagan un alto en el camino y peleen por conservar todo aquello interno por lo que han luchado, su seguridad, su paz, su tranquilidad y su estabilidad emocional. Seguramente pronto éste tema de violencia emocional será tema de interés  para nuestro Congreso para que pueda ser legislado.

Lo más importante son ustedes mismos, porque para poder dar a otros lo que sea, necesitamos primero tenerlo, apreciarlo, entender su significado y entonces después desear darlo a alguien más, ése a quien debemos escoger con cautela y con instinto para que le dé el mismo valor y peso a lo obsequiado y a su vez quiera regalarnos algo igual con la misma intensidad.

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