Si bien existen rasgos generales que podemos compartir, cada cabeza es un mundo. En una relación se establece una dimensión propia, reglas y costumbres que hacen a cada pareja única. Sin embargo, existen clasificaciones genéricas que nos pueden ayudar a entender mejor nuestra relación.
Un estudio de la Universidad de Illinois llegó a la conclusión de que una relación se puede desarrollar de cuatro formas diferentes desde que inicia y se desarrolla; sin embargo, solo uno de estos cuatro tipos de relaciones está destinado a sobrevivir.
El estudio dirigido por el investigador Brian Ogolsky estudió a parejas no casadas de entre 25 y 29 años a lo largo de nueve meses, para ver la evolución de la pareja y como la presencia de diferencias podía afectar la relación. Lo que se buscó fue identificar el núcleo de la relación para poder predecir el futuro de la relación; con lo que se llegó a estas clasificaciones.
Parejas dramáticas. Este tipo de parejas es aquella en la que se tiende al melodrama, hay mucho conflicto y altibajos emocionales. Existen expectativas irreales, en las que esperamos ver cumplidas nuestras fantasías románticas. La relación gira en torno a la idea de cómo deberían ser las cosas –y no a las personas– lo que lleva a conflictos y a menudo son afectados por factores externos. Según el estudio, son los que menos duran.
Parejas conflictivas. Son parejas que, como el nombre lo indica, están en constante pugna. Si bien es normal que surjan conflictos de pronto en toda relación, esta pareja gira en torno a las discusiones. Se sienten insatisfechos, las dudas son constantes y el nivel de compromiso sufre de altas y bajas; sin embargo, no se deciden a terminar la relación pues a menudo ven esto compensado por una gran atracción sexual. Si logran madurar y superar esto, tienen posibilidades de persistir.
Parejas involucradas socialmente. Para estas parejas las redes sociales son sumamente importantes y forman gran parte de su forma de interactuar. De hecho, a menudo requieren de la presencia de terceros para relacionarse. Comparten el tiempo con sus amigos y pareja, lo que les ayuda a estar más unido. Si bien, tienden a ser estables, también se corre el riesgo de que el involucramiento excesivo con el grupo genere conflictos.
Parejas enfocadas en el otro. Estas son las que fueron determinadas con mayores probabilidades de éxito. Se trata de esas relaciones en las que existe un alto nivel de compromiso y se le da prioridad a la pareja. Son conscientes del otro y se poyan mutuamente. Comparten muchas actividades e intereses, y las experiencias compartidas les permiten fortalecer su lazo. Tienen un vínculo de complicidad y suelen ser las más estables.
