Noviazgos

¿Estuviste al lado de un ‘hombre Houdini’?

hombrehoudiniokEscrito por: Evangelina Jiménez

¿Se fue sin pagarte un trío cantor, mandarte un mensaje en botella por el río o cartita por correo postal, sin enviarte una paloma mensajera, correo electrónico, mensajito de texto o ya mínimo una señal de humo explicándote la razón? Tu disco mental de acetato toca las siguientes canciones ¿Por qué? ¿Qué hice mal? ¿Soy yo? ¿Qué dije? hasta que se raya.

Tu caja de cd´s en el auto no para con canciones corta venas y tu lista favorita de ipod se titula “para ardillas”
Te quedaste como novia de pueblo, vestida y alborotada o como la canción de Maná esperando en el Muelle de San Blás
¿Te identificas? Si estás en una, en alguna o en todas las anteriores, te apuesto que aquél personaje sino se llama Harry sí se apellida “Houdini”.
Ahí te va un tip, no se fue por cigarros ni anda en una cantina, tampoco esta haciendo casting para el nuevo “Chango León” y dudo mucho que se haya salido a correr como “Forrest Gump”. Si sigues pensando en alguna de éstas posibilidades, sería conveniente que miraras por el rabillo del ojo antes de abrir cuando tocan a tu puerta.
Deja ya en paz los chocolates, no necesitas carbohidratos para sonreír ¡Reacciona! No va a volver, ni te lo vas a encontrar en el tráfico para mínimo mentarle la madre y aunque ya te salga del alma la canción “Ojalá que te mueras” seguramente en uno de los cajones de tu mente hay una melodía mucho más prometedora. Razona: no creo que sea sano odiar al sexo masculino porque esas experiencias no nos autorizan a generalizar.
No soy anti feminista ni lo contrario, tampoco carezco de mis facultades mentales, se lo que es sentir desgastada el alma y querer que el piso en el que te encuentras te arrope por las noches, sé lo que es la duda constante, el desasosiego, la incertidumbre, en mi “play list” está programado el sonido que hace el corazón cuando se rompe.
Pero somos más que eso, somos mujeres y ningún personaje por más guapo, fornido, carismático, buen conversador o lo que sea que nos llamó la atención para haberlo sacado del montón, puede atentar contra nuestra paz interior e introspección.
Con sus actos el Houdini regresó al montón, y no queremos un pelado del montón, así que, vete despidiendo de los pañuelitos que limpian tus moquitos tristes, deja ya en paz los chocolates, no necesitas carbohidratos para sonreír, quítale el cordón umbilical a tu celular y no lo odies, el sentimiento hacia el “Houdini” debe ser una total y completa INDIFERENCIA, verás que esa no duele.
Llega con el tiempo, date chance y mientras busca otra rola, una que vaya más con tu esencia y no con tu estado de ánimo, recuerda que es sólo eso “un estado” y cambiará, ábrete a las sorpresas que el futuro se muere por regalarte, porque tienes que estar lista para recibirlas.
“Nada es para siempre y nada es para tanto”.

Escrito por: Evangelina Jiménez

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*