Me atreví a escribirles, porque esta situación que estoy viviendo me tiene agobiada, no se qué hacer o cómo tomar las cosas, tengo cuatro meses de conocer a un chavo, la verdad es que me gusta mucho, me lleva ocho años, tiene 33 y yo 25, tiene dos hijos, de parejas diferentes, pero los sigue viendo, trabaja en una compañía de celulares muy conocida, dando atención a clientes, ahí fue donde nos conocimos, desde ese tiempo nos hicimos amigos, tenemos buena química, nos comunicamos por mensajes, nos llamábamos de vez en cuando, en ocasiones nos veíamos en su trabajo, pero nada más.
Un día me invitó a salir, fascinada acepté, pero se le hizo tarde y me dejó esperando más de dos horas, al final decidí irme, me llamó y me dijo que estaba muy apenado y que lo sentía mucho, que se sentía muy mal por lo que había hecho, pues le creí le dije que no se preocupara que no pasaba nada, que para la otra podía remediar el error.
Bueno pues la otra cita llegó, escogimos ir al teatro y oh sorpresa tampoco llegó, no me llamó para cancelar, ni tampoco envió un mensaje, así transcurrieron dos o tres días, cuando por fin un mensaje hizo vibrar mi teléfono celular, el mensaje decía: yo sé que ya no confías en mi, pero mi abuela murió ayer y ya no pude avisarte, en verdad perdóname, sólo quiero que sepas que te adoro y que lo siento; mi reacción entonces no fue de enojo, simplemente le contesté: está bien, lo siento mucho, lo que necesites sabes que aquí estoy.
Así, dejé pasar los días, ya no había invitaciones, ni tampoco llamaba y menos mensajes, yo seguí mi vida como todos los días, realmente pensé que eso se había terminado, hasta que recibí una llamada, era él, me decía que por qué ya no le llamaba, que si estaba enojada, y le contesté que no pasaba nada, que todo estaba bien. Después de eso volvieron los mensajes, las llamadas y hace dos semanas él fue el que me buscó, me invitó a salir, le comenté que estaba bien que le confirmaba un día antes y así fue, la cita quedó formalmente para el siguiente día. Nos fuimos a un restaurante padre y estuvimos platicando, dentro de la plática me comentó todo lo que pensaba de mi, que quería algo formal pero que le daba miedo lastimarme, me dijo todo lo que le gustaba de mi y etc, etc. La verdad es que para mi también fue una noche muy padre, fuera de lo que siempre había tenido, nos quedamos juntos hasta el otro día.
Esa mañana al despedirnos, en verdad sentí que no quería dejarme, nos despedimos y cada quien siguió sus cosas, a la semana siguiente volvimos a quedar de vernos, me afirmó que no quería despedirse ese día y que se la había pasado increíble como hace muchísimo tiempo no lo hacía, también me dijo que quería que siguiéramos saliendo y conociéndonos. La velada volvió a ser diferente, tranquila, encantadora.
Ahora después de una semana, le llamo y no me responde el teléfono, lo apaga, no me contesta los mensajes, no sé nada de él, no sé que haya pasado, la verdad es que no entiendo, no sé que hacer, ¿Será mejor olvidarlo y seguir con mi vida? O ¿Es que realmente nunca vio algo más de lo que pasó?, bueno, espero que me ayuden a saber qué hacer y me den sus comentarios.
Foto: Toni Blay
