Bienestar

¿Cuándo se necesita una terapia de aprendizaje?

La recurrencia a terapias de aprendizaje se ha extendido en tiempos recientes. Ludoterapia, terapia ocupacional, terapia de conducta. Existen muchas opciones disponibles y en ocasiones parece que cada día hay más. Las terapias de aprendizaje tienen una alta oferta, pero ¿cuándo son necesarias?

En ocasiones, los profesores recomiendan terapia a diestra y siniestra, sugieren a los padres que lleven a su hijo a terapia de aprendizaje porque se distraen o porque el niño no tiene el mismo ritmo de trabajo que sus compañeros. El problema es que no toman en cuenta otros factores como la situación familiar del niño o están pasando por alto las diferencias individuales de los alumnos. En otras ocasiones, son los padres los que muestran una visión perfeccionista y sienten que sus hijos no se desempeñan como deberían o les gustaría.  En cualquier caso en ocasiones se pueden confundir comportamientos normales del niño con indicadores de un problema de aprendizaje, en pos de una educación “de excelencia”.

Los tiempos han cambiado y muchos de los problemas que presentan los niños en las aulas tienen menos que ver con problemas de aprendizaje y más con el sedentarismo y la falta de estímulo que pueden haber recibido en casa e incluso, en las escuelas, donde cada vez vemos jardines de niños que se enfocan más en hacer que los niños salgan leyendo y escribiendo, pero dejan de lado la estimulación física y motricidad fina.

Las terapias de aprendizaje no son fórmulas mágicas que desaparecerán los problemas escolares de nuestros hijos,  lo que nuestros niños verdaderamente necesitan es contar con nuestro apoyo  como padres. Tenemos que estar al pendiente de ellos saber cómo es el desarrollo de los niños para saber qué es normal y qué no. Solo debemos recurrir a terapia cuando sea verdaderamente necesario.

¿Cuándo se necesita una terapia de aprendizaje?

Los niños que requieren el apoyo de una terapia son aquellos que muestran una marcada dificultad para prestar atención y  concretar las tareas. Los problemas de aprendizaje implican una dificultad específica para desarrollar alguna destreza básica como leer, escribir o dificultades de expresión. No podemos tomar a la ligera una sugerencia de terapia de aprendizaje, debemos tener en cuenta las señales.

En general los problemas de aprendizaje se detectan a partir de los 5 años de edad y cabe mencionar que un tercio de los niños con estos problemas también presenta déficit de atención e hiperactividad. No se ha encontrado una causa específica, pero existen factores genéticos, médicos, sociales y ambientales que pueden tener relación con los problemas de aprendizaje. Algunas señales a las que los padres deben estar atentos son:

  • Dificultad para entender y seguir instrucciones
  • Dificultad para aprender destrezas básicas como lectura, escritura o matemáticas
  • Falta de coordinación
  • Problemas para entender el concepto de tiempo, puede confundir ayer, hoy y mañana
  • Problemas para recordar lo que alguien acaba de decir
  • Quedarse en blanco cuando habla
  • Invertir el orden de números o letras
  • Dificultad para realizar actividades de motricidad fina, tales como colorear, recortar o dibujar
  • Bajas habilidades sociales

Si sospechas que tu pequeño tiene algún problema de aprendizaje lo mejor será que acudas a un especialista que pueda diagnosticarlo. Asegúrate de que sea profesional calificado y recuerda, en ocasiones más que una terapia, lo que se requiere es hacer cambios en el hogar. Revisa qué puede estar afectando a tu pequeño antes de recurrir a una terapia de aprendizaje.

 

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