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Ayudar a morir, una experiencia para vivir

ayudaramorirok La calaca, la flaca, la huesuda, muchos son los calificativos que en México usamos para referirnos a la muerte. La clásica calaverita de azúcar o los escritos chistosos para reírnos de ella. Ni hablar de las tradicionales celebraciones del Día de Muertos. En esos días, los altares con fotografías y la comida favorita del difunto no pueden faltar. Tal parece que en nuestra cultura tenemos interiorizado el tema de la muerte... ¿será?

Parece que la muerte es importante en México sólo dos días al año. El resto del tiempo no nos gusta acordarnos de ella. Tal vez, pensamos que la estamos invocando y entre más lejos esté, mejor. Cuántas veces escuchamos de la importancia de hacer un testamento para no dejar problemas a los vivos. Muchas más les sacamos la vuelta a todas aquellas personas que nos ofrecen informes sobre agencias funerarias y demás paquetes “todo” incluido. Creemos que si no pensamos en ella, simplemente no existe.
Es cada vez más frecuente saber que existe literatura y cursos sobre tanatología. Se trata de una visión distinta de la muerte, como lo único que tenemos seguro al nacer. De esta vida, nadie se ha pelado vivo, jajaja. Autoras indispensables como Elizabeth Kübler-Ross y la visión latinoamericana con Isa Fonnegra de Jaramillo. Dos libros fantásticos como “La muerte un amanecer” y “De cara a la muerte”, pueden ser un buen primer acercamiento al tema.
Si hoy estás pasando por un momento difícil y la muerte de un ser querido es inminente, trata de tomar valor para estar cerca de él. La vida te está regalando una invaluable oportunidad de ser mejor Entiendo bien la experiencia de estar cerca de un ser querido al momento de su muerte. La vida me regaló esa bendición de acompañar y abrazar a mi padre en sus últimos momentos de vida. Una experiencia al igual de fuerte como hermosa. Llegado el momento, no hay mucho que hacer, sólo llenar a nuestro ser querido de mucho amor. Por supuesto que hubo mucho miedo y angustia, después un poco de culpa por no haber hecho más por correr al hospital. Hoy, estoy segura de que no hubiera llegado muy lejos en mi intento. Fue mejor quedarse en casa, en su casa que tanto amaba. Rodeado de sus cosas más entrañables. Él mismo me lo dijo, ya no me lleves a ninguna parte, déjame aquí. Así lo entendí y lo abrace con todo mi amor. Vete tranquilo, papito, todo estará bien. Misión cumplida campeón…ve hacia la luz y que Dios te bendiga en tu camino. Las lágrimas no pueden dejar de brotar aún a la distancia de esos momentos.
Reconozco lo útil que fueron aquellos libros sobre el tema. Me ayudaron a prepararme para lo inevitable. Me hicieron ser un poco más valiente en esos momentos y agradezco la oportunidad de no salir corriendo. Estuve ahí y lo volvería a estar. Mi mejor consejo es prepararse para vivir ese momento. No huir a esa bendición de estar cerca. Se trata de un regalo de vida y no de una mera coincidencia de espacio y tiempo.  No se está en ese momento por casualidad, sino para ser premiada con una hermosa experiencia y lección de vida.
Sólo quiero poder transmitirte que, si hoy estás pasando por un momento difícil y la muerte de un ser querido es inminente, trates de tomar valor para estar cerca de él. La vida te está regalando una invaluable oportunidad de ser mejor. Solo déjate llevar por tu corazón y sabrás que es tiempo de ser valiente. 

Escrito por Maricarmen Díaz Juárez.

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