Los colores son algo poderoso, pueden influir en nuestro estado de ánimo y alterar la forma en que percibimos las cosas. En una casa, pueden aportar luz y color o volverla sombría. Si quieres renovar tu hogar, cambiar el color es una gran decisión que podrá brindarle un aire totalmente nuevo.
Elegir qué color o colores utilizar es una decisión que debemos meditar, debemos considerar los detalles, después de todo conviviremos con esos colores al menos por unos meses o quizás algunos años. Por supuesto es importante que los colores que elijamos nos gusten, pero también deben elegirse acorde a la decoración del hogar y al tamaño de nuestras habitaciones.
Sea que vayas a renovar solo una habitación o quieras darle un nuevo aspecto a toda tu casa, he aquí algunos puntos que vale la pena considerar:
Los colores pueden afectar la percepción que tenemos del tamaño, un cuarto pequeño se verá aún más reducido si utilizamos tonos oscuros por lo que debemos tomar en cuenta qué efecto queremos lograr.
Si lo que queremos es brindar mayor amplitud los tonos claros lograrán este efecto, especialmente el blanco. También puedes ayudarte colocando espejos para dar sensación de más espacio.
Si quieres hacer que tu techo luzca más bajo, píntalo de un tono oscuro y las paredes más claras; si por el contrario quieres brindar mayor altura, pinta tus techos de blanco y las paredes más oscuras.
También es necesario considerar el tipo de luz que recibe la habitación. Lo mejor para brindar mayor frescura y espacio es una habitación con mucha luz natural.
Si una habitación no recibe mucha luz natural, hay que considerar el tipo de focos que utilizamos para lograr el efecto deseado: las luces cálidas dan volumen mientras que las frías aplanan los objetos.
Los colores de la habitación se deben elegir de acuerdo al tipo de actividades que vamos a realizar, pues influirán en nuestro ánimo al estar en ese espacio.
Las tonalidades naranja abren el apetito y estimulan la digestión, por lo que son una buena opción para la cocina o el comedor.
El rojo también abre el apetito y es un color que aporta energía y fuerza; sin embargo, en grandes cantidades puede ser irritante por lo que se recomienda utilizarlo para detalles.
La sala o el lugar donde recibes a tus visitas es quizás el que más permite elegir entre una amplia gama de colores; sin embargo es recomendable elegir tonos cálidos y luminosos como tonos tierra o beige para brindar un aspecto acogedor.
Para los dormitorios convienen los tonos azules, blancos rosas o verdes pues son colores que nos ayudan a relajar. También los tonos cafés, no demasiado oscuros aportan calidez y relajación. En cuanto al cuarto de los niños, los tonos pastel suelen ser la mejor opción.
También es importante considerar que los colores que elijas combinen con el mobiliario que tienes, pues se debe lograr armonía entre las paredes y los muebles. Los colores se deben complementar, no competir.
Finalmente recuerda que lo más importante es que tu familia y tú se sientan a gusto. Elijan juntos los tonos que más les convenzan, participen todos en la decoración, muevan los muebles de lugar para dejar fluir nuevas energías. La renovación del hogar también puede dar un nuevo respiro a la familia.
Escrito por: Elena Pedrozo
