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Terapias con mascotas



Enfermos de Alzheimer y niños autistas, entre otros, se benefician de estas terapias

 

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as mascotas contribuyen a que la vida sea más placentera y saludable, incluso en ocasiones la prolongan, al menos así lo aseguran diversos estudios científicos. Una mascota dentro del hogar ayuda a que sus propietarios olviden sus problemas por unos instantes y puede evitar que caigan en la depresión, pues al sentirse útiles y queridos de manera incondicional su nivel de estrés se reduce. Es tan patente el bien que ejercen determinados animales sobre el ser humano que últimamente está en boga la llamada "Terapia de Mascota". Colectivos tan variados como enfermos de Alzheimer, niños autistas o pacientes con Sida se benefician de las ventajas de estas terapias.

Fuente de salud
La raza humana necesita el contacto con animales y ésta es la razón principal de la convivencia con mascotas. Pero el bienestar que aportan estos animales va más allá, pues incluso palian las deficiencias psíquicas o físicas de quienes les rodean. Tanto es así que actualmente algunos doctores, en lugar de recetar medicamentos, recomiendan tener una mascota como parte del tratamiento para diversos malestares.
Un estudio de la Asociación Americana de Hospitales para Animales (AAHA) muestra que el 92% de las personas encuestadas han obtenido mejoras de salud derivadas de la relación con sus animales de compañía. El 76% considera que su estrés ha disminuido, el 65% asegura que su salud mental es mejor y el 31% ha mejorado su condición física debido al ejercicio realizado con su mascota.
La veterinaria Itxaso Ruiz, afirma que sin lugar a dudas las mascotas ayudan a relacionarse y a subir la autoestima. Aunque, según esta profesional del mundo animal, algunas mascotas sirven mejor para ese fin: "Las que más interrelación presentan con sus dueños son los perros y los gatos. Los perros son muy adecuados para personas con problemas de socialización, ancianos o para quienes viven solos. Los gatos son más apropiados para personas con movilidad reducida, pues no tienen que sacarles a pasear".
La doctora Ruiz clasifica los perros en tres grupos. "Los hay de compañía, de defensa y trabajadores. Dentro de estos últimos se encuentran, por ejemplo, los perros que utilizan los invidentes y las personas que padecen epilepsia -los canes detectan cuándo su dueño va a sufrir un ataque y le avisan para que se prepare".


Beneficios terapéuticos
La terapia asistida por animales de compañía (TAAC) se basa en la participación de animales en intervenciones terapéuticas con el fin de mejorar la salud y el bienestar humano, pues las mascotas pueden ser un valioso puente de comunicación entre el terapeuta y el paciente. De acuerdo con estudios ya realizados en la década de los setenta por el psicólogo neoyorquino Boris Levinson, el contacto con una mascota, además de ser agradable, reporta beneficiosEsta actividad ayuda a que las personas se sientan menos solas y menos deprimidas, proporciona un cambio positivo y como consecuencia comienzan a ser más activas y sensibles terapéuticos.
El efecto terapéutico de la terapia asistida con animales es más notorio entre los niños y los ancianos, pero también se benefician de ella individuos autistas, enfermos del corazón, personas con parálisis cerebral, pacientes con enfermedades terminales, con enfermedades mentales, con trastornos de comportamiento, la población anciana, las víctimas de violaciones… incluso existen nuevas terapias para la reinserción de delincuentes.

Hay agrupaciones e instituciones a lo largo y ancho de todo el mundo que recorren hospitales y asilos de ancianos con animales que ayudan a mejorar la salud. Básicamente se trata de que el propietario haga una visita con su animal al enfermo en su domicilio, asilo u hospital. Para llevar a cabo este cometido, siempre dependiendo de la asociación que se encargue de ello, hay varias modalidades: desde el voluntario que posee un perro y decide hacer visitas con él, hasta la asociación, más profesional, que se dedica a adiestrar a sus mascotas para este cometido y las manda en compañía de sus trabajadores.

Las sesiones pueden ser individuales o grupales y los pacientes pueden ser niños, adolescentes, ancianos, enfermos mentales, etc., lográndose beneficios increíbles en estas terapias asistidas. El animal que más se utiliza es el perro y la raza más válida, según Isabel Salama, psicóloga clínica y especialista en Terapia Asistida con Animales, es el galgo: "Son perros que se adaptan perfectamente a la terapia, debido a su naturaleza sociable y cordial, así como a su disposición dócil y comportamiento tranquilo. Su altura corporal los hace fácilmente accesibles para las personas que mantienen cama y para los residentes en sillas de ruedas".

Estas visitas permiten que el enfermo olvide temporalmente su situación para centrarse en la visita del animal. Esta actividad ayuda a que las personas se sientan menos solas y menos deprimidas, proporciona un cambio positivo en sus rutinas y como consecuencia comienzan a ser más activas y sensibles, antes, durante y después de las visitas. Además de entretenerse, se distraen y piensan menos en su dolor o enfermedad. Es muy frecuente que las personas hablen con sus mascotas y compartan con ellas sus pensamientos y sentimientos. Los encuentros con animales también contribuyen a que aumente la socialización entre las personas que se encuentran internas, mostrándose más alegres y con mejor estado de ánimo. Pero la opción que mejores resultados ofrece es la que convierte a los animales de compañía en residentes. Hospitales, centros geriátricos, cárceles y otros centros que requieran este tipo de terapias para sus internos adoptan, previo contacto con una fundación o entidad que realice estas labores, y aconsejados por la misma, un número determinado de animales de compañía.

Escrito por: Ana Eva Jiménez

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