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Cómo comunicarte con tu jefe, sin ser despedida en el intento

reljefe10 consejos para mejorar la comunicación entre ambos

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oras sin dormir, recorrer tu oficina como león enjaulado, dolores de estomago al saber que tu jefe ha llegado. Hace días que buscas hablar con él, pero los horarios y los asuntos propios de la oficina han postergado la posibilidad de una conversación. Tal vez piensas que será mejor dejar las cosas como están y que ya se irán solucionando con el paso del tiempo.

Otra posibilidad puede ser que la molestia se convierta en una avalancha de problemas sin solución. Aquí algunos prácticos consejos para hablar con tu jefe y no morir en el intento.
1.- Trata de agendar con él/ella una cita, haciéndole saber que tienes algo importante que decirle. Llegado el día y la hora, puede ser que desde su oficina te diga con la mirada que será imposible recibirte. No tendrás más remedio que aceptar, por algo él/ella es el jefe, pero podrás hacerle saber que te gustaría mucho pactar un nuevo momento, de esta manera tendrá claro que es importante y no puede esperar para el olvido. Tal vez a la pareja no le aceptemos más de dos veces una cancelación de una cita, pero ser el jefe tiene sus “privilegios”, jajaja.
2.- De manera previa a la entrevista, haz una lista de todos aquellos asuntos que te gustaría discutir. Ordénalos en grado de importancia de mayor a menor, ya que si por algo se interrumpe la sesión, los temas más urgentes quedarán hablados. Aquí es importante que analices bien tus prioridades y trates de clasificarlas. Tratar de ser lo más objetiva posible, tratando de deducir cuando se trata solo de tu percepción o  de lo que consideras como una falta de comunicación importante entre ambos.
3.- Llegado el tan anhelado día y las condiciones son propicias, asegúrale que no le quitarás mucho tiempo, porque sabes perfectamente que éste es muy valioso. Así se relajará un poco y podrá estar más dispuesto a escucharte. Procura establecer el punto con claridad. No divagues ni le des muchas vueltas buscando las palabras que suenen más lindas. Como sugieren los expertos en moda, menos es más. Con ello no quiero decir que no cuides tus palabras, como bien diría el autor Miguel Ruíz en su libro Los Cuatro Acuerdos: “Sé impecable con tus palabras”.
4.- Una vez que has establecido el punto, deja que él hable y te dé su opinión. No lo interrumpas. A manera de ajustarse al tiempo y hacer de ésta una conversación ágil y cordial mantén el respeto. Da tiempo para que termine con su idea y no busques hablar sobre sus palabras. Asentar con la cabeza, es una buena señal de empatía, aunque no necesariamente significa que estés de acuerdo con lo que está expresando.
No tomes nada como personal. No hagas suposiciones de lo que tu jefe puede o no estar pensando y verás como su comunicación mejora paso a paso 5.- Procura hablar en primera persona, en lugar de hacer generalizaciones o suposiciones sobre la postura de tu jefe. Frases como: “considero”, “yo siento”, “a mí me parece”, “en mi opinión”, “según entendí”, etcétera. Recuerda que tu lenguaje corporal también comunica. Debes estar más consciente de ello. Revisa constantemente si tus brazos y piernas están cruzados. Si el movimiento poco controlado de tus manos está mandando el mensaje de ansiedad. Si evitas el contacto visual, dando con ello la sensación de poca confianza en tus propias palabras. Todo esto con la práctica hará mucho más fácil el manejo de la comunicación entre ambos. En resumen, busca disminuir lo más posible todas las barreras que pudieran hacer ruido en el intercambio de sus respectivos puntos de vista.
6.- Si algo no entiendes, no temas en expresarlo. Aprovecha el tiempo de manera eficiente, recordando que no siempre es fácil tener una entrevista con él/ella. Además, el objetivo es tratar de resolver la mayor cantidad posible de malos entendidos. Es importante que se tenga claro, por ambas partes, dónde están las dudas, pero si no las expresas cómo pretendes que el otro las adivine. Una vez que  termine de expresarte su punto de vista, puedes hacer una especie de resumen para saber si has entendido bien lo que ha querido decir. Aclarado el punto, puedes pasar al siguiente asunto.
7.- Procura un tono cordial y amable. No digo que con ello se busque restarle importancia al tema, pero si ya éste es de suyo complicado, por qué tener que utilizar un lenguaje hostil que entorpezca el intercambio de ideas. Si consideras que no podrás hablar más que a gritos, te recomiendo un baño de agua fría, un vaso de leche tibia y buscar otro día para la entrevista. No permitas que sea el enojo el que hable por ti. Cuántas veces nos arrepentimos de lo dicho en un momento de poco control emocional. Recuerda que las palabras pueden herir más que un duro golpe.
8.- Pregúntale directamente qué es lo que espera de ti. Asegúrate que desde el principio, tus funciones dentro de la empresa te han quedado claras. Cómo lograr satisfacer una expectativa si tú misma no las has entendido. En la medida de lo posible, trata de enterarte de las tareas de las demás personas con las que tendrás un trato directo. De esta manera se ahorrará tiempo buscando quién es el encargado de resolver tal o cual problema y esto sea una manera de disminuir los conflictos y triangulaciones innecesarias.
9.- Estamos muy acostumbrados a escuchar que el jefe siempre tiene la razón. Es muy posible, debido a su experiencia, que así sea, pero ello no implica que te pongas de tapete. Tampoco se trata de ser el lambiscón estrella de la oficina. Una comunicación eficiente será benéfica para ambos y al final del camino para los intereses de la empresa. En resumen, todos salen ganando.
10.- No tomes nada como personal. No hagas suposiciones de lo que tu jefe puede o no estar pensando y verás como su comunicación mejora paso a paso. Mantén tu dignidad y ten confianza en ti misma. No le huyas a plantear que existe un conflicto, será una oportunidad de oro para aprender a resolverlo.

Escrito por: Maricarmen Díaz Juárez

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