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Ganamos menos porque queremos

ganamos-menos-porque-queremos¿Estás satisfecha con el dinero que ganaste el año pasado? Si la respuesta es no, y eres mujer, sigue leyendo. Créeme que si no te emocionan los dígitos en tu cuenta de banco no estás sola. La razón por la que las mujeres no ganan más es tan simple y fácil de corregir que podría hacerte gritar. Eso no lo hace más fácil.

Ve a buscar al culpable

Si no te gusta lo que ganas, deja de leer este artículo en este momento. Ve y mírate en el espejo. Mira en lo más profundo de tus ojos y di: “La razón por la que no conseguí lo que quería es porque no lo pedí.”

Es fascinante que incluso las mujeres más exitosas tienen dudas al pedir lo que quieren. (Podrías ser tú, está bien, estamos juntas en esto). La arena donde tienen que pedir les resulta aterradora a muchas mujeres. Temen que se verán muy agresivas si piden lo que quieren. Entonces, evitan preguntar. A las mujeres les enseñan que es más importante caerle bien a otros que ser exitosa. Esto se debe, en parte a nuestra evolución, que pone nuestro bienestar detrás de las necesidades de sus hijos. Pedir lo que queremos va en contra de nuestra intuición. Los resultados son devastadores.

El descuento de 32% en mujeres

Nuestras cuentas de bancos, nuestros negocios y relaciones pagan un precio. Las mujeres que no exigen un salario llegan a perder 500 mil dólares cuando llegan a los 60 años. Los hombres tienden a negociar su primer salario cuatro veces más que las mujeres. En el actual clima económico, muchas mujeres están agradecidas de tener un trabajo que aceptan lo que les ofrecen y no negocian el salario. Las expectativas salariales de las mujeres es de 3-32% más baja que la de los hombres para el mismo trabajo. Espera. Piensa en eso un minuto. La mujer de la ecuación cree que su trabajo vale 32% menos que un hombre haciendo lo mismo.

Las mujeres de negocios sólo alcanzan migajas

Una estadística que es tan impactante que me cuesta trabajo escribirla: Las mujeres son dueñas de 40% de los negocios en Estados Unidos. Ellas reciben sólo 2.3 % del capital disponible para crecimiento equitativo. Las compañías cuyos dueños son hombres reciben el 97.7 restante.

Ver para ser

No soy la única experta que ve este fenómeno. Linda Babcock, una profesora de economía en la universidad de Carnegie Mellon enseñó técnicas de negociación y debate por años. Se preguntaba por qué las mujeres no conseguían los mismos resultados que los hombres. Entonces tuvo una epifanía. “Como que me golpeó la cabeza.” Su investigación fue publicada en un libro “Las mujeres no piden: Negociación y división de género.”

¿Ahora estás indignada? Bien

Ve a buscar el agente de cambio

Regresa a mirarte en el espejo. Ve fijamente tus ojos y di, “Puedo cambiar esto. Voy a pedir lo que quiero al menos una vez esta semana.”

Este podría ser un nuevo territorio para ti. Para ayudarte a empezar, te dejo algunas de mis estrategias de marketing interior.

Prográmate para ganar

La respuesta siempre es no si no pides… en el momento correcto. Haz una cita para hablar antes de pedir lo que quieres. Estarán más receptivos y es más probable que digan que sí.

La magia masculina del 3 + 3

A los hombres les encanta que pidas lo que quieres. La mayoría de las mujeres no saben cómo. Sé directa y diles tu petición tal cual. Incluye el dónde, cuándo y qué. Omite el por qué. Opaca tu petición. Un gran hombre quiere ayudarte; evitarte problemas y se rtu héroe. Utiliza las palabras ayuda, salvar o héroe y tendrás más posibilidades de que te digan que sí.

Juega a ganar

Si estás pidiendo un aumento grande, escríbelo y ensáyalo. Utiliza una cámara para filmarte y ver cómo te sale. Ensaya hasta que te sientas segura.

 

¿Qué es lo que has estado evitando pedir?

¿Cómo has superado tu miedo a pedirlo?

¿Qué consejo les darías a otras mujeres que tienen miedo de hablar?

Escrito por: Eli Davidson

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