Entrevista a José Ignacio Valenzuela, escritor y guionista chileno
Entrevista y artículo por: Patricia Margain
Jueves 10 de junio de 2010, fecha que me emocionaba porque llegaría la hora de conocer y tener el gusto de entrevistar a José Ignacio Valenzuela, escritor y guionista chileno cuya sencillez me cautivó.
“La mujer infinita” el libro que ahora tocaba venir a presentar a México. Tan interesante que la noche anterior me dormí de madrugada en mi obsesión por quererlo terminar y esclarecer de una vez todas mis dudas.
Es un libro muy bien estructurado, trata tres diferentes historias y cada una te atrapa de una manera muy peculiar:
-Pablo: Guionista homosexual, a quien en el 2001 le encomiendan la tarea de escribir un guión sobre Tina Modotti, fotógrafa italiana que vivió en el México post-revolucionario, un tórrido romance con Julio Antonio Mella activista cubano.
-Eva: Actriz norteamericana que en el 2008 tiene el papel de Tina Modotti en la película escrita por Pablo. Vive con la tristeza de no poder ser madre.
-Tina Modotti: historia de la fotógrafa italiana, su intenso romance con Julio Antonio Mella y la historia llena de impotencia que la rodea al haber sido culpada de crimen pasional, cuando lo que en realidad pasó fue un homicidio de“La Mujer Infinita”, un libro que tienes que leer si lo que quieres es sumergirte en tres historias llenas de creatividad, pasión y locura tipo político.
Ese jueves conocí a José Ignacio Valenzuela y lo primero que tuve que decirle porque la ansiedad ya no me dejaba fue: “Felicidades, qué gran libro, soy tu fan” a lo que él sorprendido me preguntó si ya lo había terminado de leer, ya que sólo habían pasado tres semanas de haberse publicado.
“¡Pero claro!” le dije muy orgullosa, sinceramente hace mucho que un libro no me atrapaba de esa manera...
Y es que José Ignacio nació con el lápiz en la mano y la creatividad a flor de piel. Desde los dos años ponía los discos de Walt Disney en el tocadiscos “y como no sabía que tenían dos lados, pues pensaba que las historias no tenían final y entonces yo se los inventaba, ¡a veces mis finales eran más dramáticos y emocionantes de los de Disney!” decía mientras sonreía recordando aquella etapa de su vida.
Ya un poco más grande, pero aún siendo un niño, José Ignacio escribía obras teatrales que representaba con su familia y amigos. Una vez que tenía la historia escrita, le sacaba copias, las repartía entre sus amigos y se ponían a ensayar para finalmente presentarla ante su público.
Así fue como empezó su viaje por el apasionante mundo de la escritura, la creación de historias, diálogos y obras, don que no cualquiera tiene el privilegio de gozar.
¿Por qué Tina Modotti? Le pregunté, ya que siendo él chileno, yo no comprendía cómo es que le había apasionado la historia de una fotógrafa italiana que había vivido en el México postrevolucionario. “Viví y trabajé en México 10 años y lo que siempre me ha atraído es su historia post-revolucionaria, he leído mucho sobre eso porque fue una época en la que en México se concentró el arte y la cultura de todo el mundo, todos estaban aquí: escritores, políticos, artistas de todos los países y esa parte me apasiona”.
Para José Ignacio, Tina Modotti es una mujer y un personaje sumamente interesante, que tiene dos características muy marcadas: la lucha política por las minorías, y “el gusto por los dolores bestiales” me explicó el escritor y guionista “Tina sufrió una pasión interrumpida, su intenso romance con Julio Mella duró sólo cuatro meses”.
Y justo en esas dos características fue en las que José Ignacio Valenzuela se basó para crear a Pablo quien representaría a las minorías al ser homosexual y a Eva, quien al igual que Tina sufrió de un amor interrumpido al no poder tener hijos.
“Gracias a ambos es que pude crear a una Tina más global y una historia integral”, me contó el chileno muy satisfecho de su trabajo ¡y cómo no!
“La Mujer Infinita”, un libro que tienes que leer si lo que quieres es sumergirte en tres historias llenas de creatividad, pasión y locura.
Gracias José Ignacio por este tiempo y espacio que gratamente enriquecieron mi ser.
Entrevista y artículo por: Patricia Margain
