Entrevistas

Quiero que las mujeres descubran lo fuertes que son por dentro: Eugenia Rico

eugenia-ricoEugenia Rico es una escritora española, quien a la edad de once años publicó su su primer cuento. Platica con Confesiones de Sofía sobre su nueva obra "Aunque seamos malditas", de la condición de la mujer y la manera en que podemos descubrir nuestra fuerza interior.

¿De dónde surge este libro?

Hace muchísimo tiempo que yo he estado fascinada con el tema del acoso y de la envidia. Como una persona se convierte en chivo expiatorio y paga por cosas que no hizo. Así que empecé a investigar el tema del acoso, del móvil, el acoso sexual en el trabajo, la oficina, el tema del Holocausto de las mujeres, la quema de brujas. Como puede ser que quemen a tantas mujeres acusándolas de cosas tan disparatadas como tener trato con el diablo, volar, etc. Y todo esto pues a mí me parecía como que a través de los siglos cambiaban las formas de opresión a la mujer, pero es lo mismo, los verdugos cambiaban de nombre pero eran los mismos, y así continuaba el abuso de poder y el acoso al más débil, en este caso a la mujer. Esto es algo que pensé mucho, y pensé mucho en lograr la estructura perfecta de novela.

¿Cuál es el mensaje que quieres extender a través de tu novela?

Yo pensé en todo el mundo, yo siempre digo que no sé para quien escribo pero los encuentro. Por un pasillo de la Feria Internacional del Libro me encontré a una lectora, o gente que me ha dicho que se ha levantado de la cama con ganas de salir de casa porque ha leído mi novela, un señor ciego que me contaba que su hermana le leía mi libro. No sé, yo no sé a quién va dirigida, pero mi novela encuentra a las personas.

¿Por qué crees que la condición de la mujer no ha cambiado mucho de los tiempos de la Inquisición a la actualidad?

Bueno sí que ha cambiado, pero muchas cosas solamente han cambiado de nombre. A las brujas se les llama de otras maneras, y el acoso ya no es desnudarlas en una plaza pública. El cazador de brujas tenía todo truqueado y la que él decía era bruja. Ahora es de otra manera. Aquella mujer que se sale de la norma es castigada, se le condena y se le acosa en el trabajo, se la pone en evidencia. Es decir, por supuesto que los instrumentos de tortura han cambiado, ahora son más sutiles. Ya no existe la Inquisición pero existen las presiones de los medios de comunicación, disfrazadas a veces. Hay que entender que nadie nos va a dar nuestro lugar, ese nos lo tenemos que dar nosotras mismas.

¿Qué recomendaciones podrías dar a las lectoras para que se dé ese lugar?

Yo les diría empezar por leer mucho sobre el empoderamiento de las mujeres. Una se vuelve poderosa cuando está en contacto con sus partes más íntimas y profundas de una misma. Es una fuerza que no podemos imaginarnos. Saber que todo es posible cuando una quiere que así sea.

¿Algún mensaje para nuestras lectoras?

Pues me gustaría invitarlas a que leyeran, a que amaran, y que se permitan descubrir lo fuertes y poderosas que son por dentro.

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